Antes de iniciar cualquier tratamiento, realizamos una evaluación detallada que incluye:
● Historia clínica: Recopilamos información sobre tus síntomas, su inicio, factores desencadenantes y tratamientos previos.
● Examen físico: Evaluamos la movilidad de la mandíbula, la presencia de ruidos articulares, la palpación de los músculos de la cara, la cabeza y el cuello, y la postura corporal.
● Pruebas funcionales: Observamos cómo realizas movimientos como abrir y cerrar la boca, masticar y hablar.
La importancia de la fisioterapia radica en su capacidad para abordar la causa subyacente del problema, en lugar de simplemente aliviar los síntomas. Un fisioterapeuta especializado en ATM evaluará tu postura, la movilidad de tu mandíbula, la tensión muscular en la cabeza y el cuello, y otros factores que
puedan estar contribuyendo a tu dolor.